Un pez en el océano quiere volar.
No puede.
Los gigantes lo devorarían
-como a tantos-.
Entre las piedras,
está desprotegido,
la luz no llega.
Frágil
se esconde
en sus escamas.
No consigue nadar,
y se refugia
en su triste clepsidra.
Ahora es el tiempo
el que ataca,
el que come.
Sin embargo, se sueña un barrilete
que vuela altísimo
cuanto mayor es el viento en contra.
(* El término "(casi)poema", inspirado en una frase de una amiga, hace referencia a que no creo tener la suficiente fuerza para creer que estos versos son poemas: para mi, por ahora, son solo palabras)