*
1era parte:
Material
Ésta es la no-verdad:
"Soñé que nos casábamos y nos amábamos mucho"
-es la luna
nuevamente
sobre los inmensos bosques
de la memoria
encendida-.
Otra:
"no soy estupida, sabes?"
-es la luna
nuevamente
sobre los inmensos bosques
de la memoria-.
Otra:
"(...) mente abierta (...)"
-es la luna
nuevamente
sobre los inmensos bosques-.
Otra:
"y era bonito"
-es la luna
nuevamente-.
Otra:
"oh, me puse cursi?"
-es la luna-.
Otra:
"Yyyy la verdad que no da loco".
2da parte:
Ver
No es amor,
es ser múltiple
-ocupar los versos
como si no costara,
como si la cosa que me pesa
en la piel o en las pupilas
no fueran el queratocono
o los eosinófilos
sino esos recuerdos
que me fabrico
para no preguntar:
¿Dónde?
¡Por qué te vas a esta hora!
¡Por qué te vas a esta hora!
¡Por qué te vas a esta hora!
¿Dónde?-.
Se abre una ventana
porque, claro,
el arte es una separación.
El tiempo es una...
Camino mi lenguaje
y en la incoherencia
me despiertan "nubes gris",
"una clepsidra derramándose",
la palabra "aurífera",
la sensación de final en Orlando,
la música irlandesa,
la chica que me dijo "¿Por qué te reís?"
y yo me reía
pero porque a mí
me sale reírme
cuando me gusta mucho algo.
¡No entenderán!
Los aviones a chorro se ven bien
en la noche
si hay luna llena.
Ojalá.
Ojalá me perdonen
por no sentir culpa
de nombrarte:
ya sé que no sabés el nombre del cielo.
Se lo hice prometer al gordo
y él ya me lo había dado
y siempre llego tarde:
cinco años tarde,
1000, 250 o 5 kilómetros tarde,
un acorde tarde,
un abrazo tarde,
qué sé yo.
Itero:
no es amor,
es ser múltiple.
3ra parte:
Haikus
No es la luna,
aunque sí te parezca:
son los árboles.
Un reloj (y vos)
me despiertan muy tarde.
No hay más lugar.
Te veo ahí
con tu sonrisa de miel.
Ahora bajo.
*Emi