*
Sube por el aire como escalera de viento
y caen gotas de agua fría por su espalda transpirada:
casi como un amanecer a quien le duele, a quien lo necesita
como un bosque enfermo y quebradizo:
así me encuentro a tus recuerdos de vez en cuando.
Pero sigo caminando porque te quiero,
cuando a la mañana el sol me levanta,
cuando a la noche el café con leche me avisa
que los astros hoy tampoco están de acuerdo:
yo te espero, no tengo drama.
En serio, los pájaros del mar nos despiden
en vuelo arrinconado, sucio de giros y de caídas azules:
un abrazo, un simple gesto de piel,
a veces alcanza para desmantelarme entero:
hoy soy cruce de líneas, un punto certero y distante.
Un punto certero y distante.
Ahí te espero.
*Emi
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