I
-luz sobre luz y todavía el sol:
has estado en mí como la luna en la noche.
la finitud del cosmos.
las alegorías.
las enormes mamparas del desierto.
[deberías aprender
cuál es el secreto
de los árboles
en mis sueños]
Aún así, el camino se alarga
y la muerte es la única aventura
si pronuncio tu nombre.
Tu nombre es el mismo que el del cielo.
II
río sobre río y todavía el agua:
música que oscurece mi profundidad.
[Me abandonaste
aquella vez de tierra mojada.]
Cómo recorrer el mundo
y percibir certezas:
he aquí un árbol muerto,
la soledad,
un destello,
mis miedos.
Vuelvo y hablo tu voz.
Sólo el mar ocurre, sólo él nos des-protege.
III
negro sobre blanco y todavía nada:
así he de llenar mis espacios vacíos.
[La luna aún alumbra.
El sol aún me detiene.
He pasado horas con hambre
de cielo.]
Si pronuncio tu nombre digo allí
-“vos sos mi lugar”-
Puedo escribir con sangre de lápiz
la esencia del olvido
y todavía perderme en la noche.
Recuerdo tu voz de río.
He encontrado la paz.-
*Emi
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