De la acidez al abrazo
o de la locura al llanto,
¡Pocos pasos!
En este caminar el infierno
con solo verlo en las fotos viejas
hecho o por hacer,
crudo el horror
o cocido, como
usted prefiera.
En realidad,
un laberinto muy pequeño,
años encerrado,
hoy me salgo por arriba,
me como las paredes,
suelto al animal dormido
en los rincones de lo que
te estás imaginando.
Lo que sea que
descubras
yo te lo maldigo.
¡Nada es gratis en la vida!
Ni nunca nada lo será.
Pagamos hasta la gratitud.
Nos lo merecemos por creernos
con el derecho a vivir
y a no haber renunciado
cuando pudimos.
Todo el tiempo
firmás la anulación del contrato.
Yo me imaginaba algo más
abstracto.
¿Qué significa
que cada vez
renuncies más
a todo?
*Emi
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